Trampantojo

Cuento del bosque misterioso (Noelia Gallego)

Erase una vez un niño al que le gustaba mucho pasar las tardes en un bosque cercano a su casa, se entretenía paseando, buscando setas, o algunos frutos que hubiera por allí. A este niño, llamado Marcelino, su abuela siempre le había avisado que debía tener cuidado con ese bosque, advertencias que por un oído entraban y por el otro salían. Un día al salir del colegio, antes de regresar a su casa decidió pasar por el bosque a recoger algún fruto que estuviera maduro, y algo extraño le sucedió, empezó a oír como una voz aguda le hablaba y se giró pero no vio a nadie, cuando se dio cuenta que era una serpiente colorada como un el fuego la que le hablaba desde el suelo. Marcelino no podía creerse lo que estaba sucediendo y aterrorizado salió corriendo tropezándose con un hoyo que había en el camino y cayendo al suelo como si fuera una croqueta.

 A pesar del momento y de los nervios, solo se acordaba de la infinidad de veces que su abuela le había advertido que ese bosque escondía muchos secretos. El niño regresó a casa muy nervioso y le contó a su abuela todo lo ocurrido, a partir de entonces nunca volvió a visitar dicho bosque sin alguien mayor de la mano.